
Hoy me encontré un beso.
Ese beso...
cómo definir un beso.
Es inocente un beso.
Puede elevarte al cielo
o hundirte en el abismo,
síntesis de un encuentro amoroso,
el alma que se hace cuerpo,
el afecto que estremece el universo nuevo.
No es el gusto, ni el sabor,
no es su aliento, sí el calor.
Es la vida, la fuerza, la energía,
es la entrega, la promesa,
y, sobre todo, la esperanza.
Es el regalo divino,
el don más excelso, perdido, a veces escondido,
pero toca el infinito en un instante
Nos besamos, nos encontramos,
te soñaba, me aguardabas,
me prometi, te escondiste.
Oh! reclamo transido
de dulzura, de grandeza,
de serenidad,
más que pasión, ternura,
más que actuación, generosidad,
más que busqueda, entrega.
He tocado tu intimidad
con respeto, con humildad.
Quedé atrapado en su infinito
Puedo quedar herido
vulnerable y vencido.
Marca indeleble del interior,
ha sacado mi mundo quieto,
torbellino que apacigua todos mis temores,
y culmina mis esperas
Hoy me diste el primer beso,
recuperé la vida.