A los 15 años, el amor es nostálgico, puro, apasionado, radical y a la vez efímero, superficial, inconstante, voluble, pero no se vive así.
Es la edad del romanticismo, pero tambiénen esos años empiezan las semillas de lo que será el amor adulto y maduro.
Un compañero de colegio guardó una hoja de cuaderno con una de las confidencias de mi corazón adolescente. Gracias por haberlo conservado estos años, y gracias por volver a enviarmelo ahora que ya ha pasado el tiempo suficiente para mirar con cariño los ttormentosos años de la pubertad.
Ya ves, amor, te he recuperado...