martes, 25 de enero de 2011

A la tierra vengo



Volver a la tierra
de la que partimos...
en la que fuimos felices,
la que engendro el cariño.
Recoger la nostalgia
de los pasos andados;
derramar una lágrima
por los que partieron,
y sentir pena por lo que no hicimos,
es todo una quimera.

No vivimos el presente para llorar,
ni para arrepentirnos.
No se nos da el vivir,
para gastarlo en protegernos.
Apuesto por el momento,
por el instante.
Por este segundo en que te quiero.

El futuro no existe todavía,
ya vendrá
plagado de vida y de alegría.
No intento precipitarlo.

No he de vivir otro día
que no sea este,
He llegado hasta aquí,
cincuenta millas y un día,
de felicidad, de amor,
y sobre todo... de ustedes,
de vosotros y vosotras,
quienes han llenado mi vida de sentido,
de risas, de esperanzas, de caricias,
de mañanas de sol
y de días de invierno.

Tengo que confesar,
y lo hago rebosante de gozo,
especialmente en este día.
Yo soy ustedes.
y...
Ustedes son mi vida.
Vida plena.