martes, 25 de agosto de 2009

Y no me canso de mirarte



Cómo llamarte
ternura tan querida,
cómo nombrarte...
Presencia anhelada,
sonrisa, mirada, vida
Has cambiado mis atuendos
y has revuelto mi casa,
ya no soy lo que tengo.

Ya estoy en tus manos
ya no me reservo,
al final me encontraste
y yo te buscaba a ciegas.

Gracias por la vida,
gracias por tu nombre
porque hoy te reconocí
cuando pronunciaste el mió.