
Me gusta que sonrías,
porque parece que vuelves,
de ese infinito al que te envió
el daño de tu cerebro hermoso.
Y sonrió cuando me sonríes
porque te encuentro, te vivo,
te reconozco, te entiendo.
Estás de nuevo conmigo.
Me gusta que me sonrías,
iluminas las tinieblas del vació
que me deja tu ausencia si no estás;
tu sonrisa me renueva, me consuela;
me hace creer
que aún puedo conectar contigo.
Me gusta cuando sonríes,
socarrón, maloso, perverso, ruin,
niño inquieto, travieso,
en realidad angelito, creyente
y respetuoso.
Memoria exquisita,
de tu pueblo, de tu gente.
Me gusta que me sonrías,
me sacas de este agujero,
de esta cárcel, de este laberinto
de mi inquietud incierta,
me haces creyente,
me hace sentirte,
otra vez presente.
RFB